Cuando caminamos por el bosque, no somos conscientes de que uno de los misterios biológicos más brillantes se encuentra oculto debajo de nuestros pies: la naturaleza que no podemos ver, pero que es de crucial importancia para la salud de los seres vivos y su supervivencia.

Wood Wide Web es una instalación lumínica que simula la red de conexiones subterráneas que los árboles, hongos y bacterias utilizan para comunicarse entre sí. La instalación transmite una representación visual de cómo estos seres vivos conectan sus raíces y, mediante señales bioquímicas y eléctricas, son capaces de alimentarse, cuidarse y hasta advertirse mutuamente sobre posibles amenazas.

Los árboles, hongos y bacterias pueden no poseer un cerebro como lo hacen los humanos, pero tampoco lo necesitan, ya que juntos forman un gran cerebro. Hemos construido una World Wide Web para acelerar la comunicación, pero la naturaleza ha estado trabajando en su propia versión durante mucho tiempo.